Vinos Bodega Pago de los Capellanes

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Bodegas Pago de los Capellanes

En pleno corazón de la Ribera del Duero, a un kilómetro escaso del pueblo burgalés de Pedrosa de Duero, se encuentra Bodegas Pago de los Capellanes.

En el siglo XIV, la actual pedanía de Pedrosa de Duero albergaba una parroquia. En ella los capellanes ofrecían misas y oraciones a cambio de pequeñas parcelas de terreno. Con el tiempo la capellanía llegó a reunir un extenso pago.

En 1855, con la llegada de la desamortización de Mendizábal, las propiedades de la iglesia y el clero regresan a manos del ayuntamiento. Los habitantes de Pedrosa siguieron llamando al pago “el de los capellanes”. En él había viñas. Un majuelo trabajado durante años por generaciones.

Hoy día ese majuelo se ha convertido en una de las bodegas familiares más prestigiosas de la Ribera del Duero, las Bodegas Rodero Villa.

La Viña

Los viñedos de Bodegas Pago de los Capellanes trabajan un 100% de la variedad Tinto Fino o tempranillo, la uva autóctona de la Ribera. Aunque inicialmente apenas había unas pocas cepas seleccionadas, año tras año hemos ido multiplicando nuestros mejores clones.

Las plantas que mejor se han adaptado al terreno y a la climatología se han escogido en campo para obtener una amplia variedad de parcelas. Cada parcela recibe un cuidado personalizado según sus características para obtener de ella los mejores frutos.

Una producción reducida permite el estricto control de la calidad del producto, así como el seguimiento de todas las partidas embotelladas.

En los viñedos obtenemos 5.000 kg de uva por hectárea, muy por debajo de los 7.000 permitidos por el Consejo Regulador de la Ribera del Duero para garantizar la mejor calidad en nuestra materia prima.

Los viñedos de las Bodegas Pago de los Capellanes están divididos en 35 parcelas, cuyo fruto se elabora por separado. Durante los meses previos a la vendimia se realizan controles diarios de muestras en cada parcela, cogiendo uvas por la mañana y por la tarde, analizando la evolución de los racimos, prensando cien bayas de cada parcela y estudiando su maduración. No es hasta primeros de octubre, y cuando la uva está en su punto óptimo, cuando se empiezan a recoger los frutos de las viñas.

En ese período el día ofrece unos 25ºC de media. La noche 5ºC. Este contraste favorece la maduración de los racimos, potencia su grado alcohólico, el color y los taninos, además de ayuda a mantener una acidez muy equilibrada.

El proceso de crianza se lleva a cabo en una bodega subterránea con un calado de 10 metros de profundidad. Aquí reposan nuestros vinos en barricas de roble francés nuevo (de 1 a 3 años) hasta que alcanzan la madurez óptima para su mezcla o coupage.

Una selección de 22 tipos de roble francés según su origen (Alier, Nevers, Centro) secado al aire libre (de 24 a 60 meses) y tostado ayudan a envejecer el vino.

La Bodega

La conservación de ocho nogales centenarios situados en las viñas fue el punto de partida que determinó el emplazamiento de la bodega. Desde el principio se optó por un esquema que realzara esta preexistencia en forma de patio alrededor del que se desarrollarán las diversas funciones.

La totalidad de la bodega se integra en el paisaje natural que lo envuelve a través de un continuo y fluido manto de hiedra, enriquecido con la majestuosidad de los nogales centenarios.

La primera fase se construyó en 1996. Un edificio de planta rectangular en el lado oeste del patio de nogales alberga la parte de entrada de la uva en vendimia y los depósitos de fermentación.

La bodega de Elaboración, lejos de quedar en el olvido, se amplió años después para dar capacidad al volumen actual de producción.

De forma que el esperado momento de entrada y selección de la uva se produce desde el principio en el mismo punto de la bodega, quedando éste como referencia del inicio de cada añada.

Tres años después empezó una ampliación muy significativa que supuso una apuesta tanto a nivel de volumen de producto como a nivel arquitectónico.

El primer paso de esta nueva fase fue la bodega de Crianza. Situada al norte del patio y a diez metros bajo tierra, es el lugar donde los vinos reposan y maduran dentro de las barricas. La estructura de arcos de hormigón visto hace que entremos en la dimensión de respeto y calma que caracteriza la crianza de los vinos.

El segundo paso fue la bodega de Expedición y Embotellado de los vinos, en el lado este del patio. Se hizo un ejercicio de mímesis con el entorno próximo, la característica forma de la Cuesta Manvirgo inspiró las líneas trapezoidales del nuevo edificio.

En el 2010 se completa el conjunto con el Edificio Social, concebido como elemento de unión entre las diferentes partes, aparece en el lado norte del patio, encima de la bodega de crianza, una figura apaisada y pura. Aquí se llevan a cabo las funciones propias de acogida, visita y relaciones humanas. Se trata de un espacio diáfano que enmarca las espectaculares vistas a través de grandes cristaleras y propone un recorrido fluido y amable. Representa el lugar de bienvenida de todos aquellos que se acerquen para formar parte de nuestra historia y de nuestros vinos.

Los Vinos

Nuestra gama consta de cinco vinos elaborados con tempranillo 100%. Joven Roble, Crianza, Reserva y dos vinos de parcela, Nogal y Picón, nuestros vinos más especiales.

Todos ellos se distinguen por su estructura y elegancia. En nariz muestran su potencial de fruta y un exquisito bouquet. Persistentes en boca, su paso es muy agradable y aterciopelado, lleno de matices. Vinos con alma, vinos que hablan.

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