Vinos Bodega Pago de Carraovejas

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Vinos Bodega Pago de Carraovejas

El Origen y el Alma de un Sueño

Una ilusión allá por los años 70 fue el origen de la bodega Pago de Carraovejas. Hoy, el alma y la emoción de un equipo comprometido continúa con ese sueño para construir un legado único.

La historia de José María y el mundo del vino tiene su punto de inicio unos años antes, en 1971, cuando acude como representante español al “Primer Concurso Mundial de Sumilleres” celebrado en Milán. Aquella experiencia fue el germen de su deseo de poner en marcha su propio restaurante, junto con sus propios vinos. Cuando ya estaba plenamente dentro del mundo de la restauración desde la apertura en Segovia de su ya prestigioso Restaurante José María en 1982, seguía manteniendo su empeño por poner en marcha el proyecto de una pequeña bodega para poder ofrecer la mejor calidad en los vinos de su restaurante.

Así comienza la historia de Pago de Carraovejas, cuando en 1987 se asienta la bodega en Peñafiel, más concretamente en las laderas de Carraovejas. El enclave de estas primeras nueve hectáreas, elegido por ser un gran centro histórico de los vinos de la Ribera del Duero y una de las zonas con más futuro de los vinos de España debido a su situación, suelos y clima, es el arranque de un proyecto con ya más de treinta vendimias.

La primera añada, en 1991, de los apenas 70.000 kilos de las 25 primeras hectáreas en producción, marca el origen de Pago de Carraovejas.

El Viñedo de Carraovejas

El viñedo se halla a una altitud media de 850 m, sobre una ladera perpendicular al río Duero que atraviesa la localidad de Este a Oeste. El terreno de los viñedos de Pago de Carraovejas es suavemente ondulado, llano en el centro del valle; escarpado y abrupto conforme ascendemos.

En los viñedos de Pago de Carraovejas se cultivan tres variedades de vid: Tinto Fino (Tempranillo), Cabernet Sauvignon y Merlot con diferentes sistemas de cultivo: Doble Cordon Royat y eje vertical, con dos tipos de viticultura adaptadas a la orografía de la finca que se puede definir como viticultura tradicional en el valle y viticultura de montaña, en unos casos con pendientes superiores al 20% y en otros con un sistema de terrazas en las laderas con excesiva pendiente.

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