Vinos Bodega La Solana

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Exterior Bodegas La Solana
 
Florentino Arzuaga aterriza en el año 1997 en Toledo atraído por el mundo del aceite, en particular por la variedad de la oliva Cornicabra que en la zona de Montes de Toledo alcanza su máxima expresión. Tras la adquisición de 150 hectáreas de olivos de esta variedad comenzó la elaboración de aceite.

Buscando nuevos terrenos para dar mayor carácter y personalidad al aceite llegó a dónde encontró unos terrenos idóneos para la plantación, pero no de olivos sino de viña. Se trata de la Finca la Solana, una finca de una sola pieza, en el centro de la cual se ubicaría Bodegas La Solana rodeada de viñedos cuya producción se destina a Pago Florentino.

Los Suelo

La peculiar ubicación de la finca «La Solana» en la falda de una sierra provoca que sus terrenos estén en una ladera ideal para el cultivo de la vid por aireación e insolación.

El suelo del viñedo está lleno de rocas de granito y ropa de cama de arcilla que añade una especial carga mineral que se puede percibir en la uva. Estas viñas cuentan con un sistema de goteo para evitar alcanzar el nivel de estrés hídrico.

El Clima

Con inviernos con temperaturas bajo cero y veranos en los que se superan los 40º C, las condiciones climatológicas de la zona son muy particulares. En la finca «La Solana» se aprovechan al máximo los elementos naturales como el sol y la tierra para trabajar según sus márgenes y nunca en su contra. El sol se convierte en uno de los principales argumentos de Bodegas La Solana.

Los viñedos reciben gran cantidad de sol durante todo el día gracias a la orientación sur de la finca. Esto, unido a la ausencia de sombras, provoca que en los viñedos se den las condiciones óptimas durante todo el desarrollo de la fruta con el objetivo de una plena maduración, equilibrada en cuanto a alcohol y acidez.

Los Vinos

Pago Florentino se elabora cien por cien con uva Cencibel. Los racimos escogidos son vendimiados en cajas de 15 kg, seleccionados en mesa y posteriormente despalillados. La uva se encuba en depósitos de acero inoxidable por gravedad, se macera durante 4 días en frio y posteriormente se realiza la fermentación alcohólica a una temperatura inferior a 28º C.

Tras esta fermentación alcohólica metemos el vino en barricas nuevas de roble francés y americano para realizar la fermentación maloláctica y su posterior crianza durante 12 meses en barrica de roble francés y americano.

De esta forma obtenemos nuestro vino Pago Florentino de corte moderno donde prima la potencia de la fruta por encima de todo.
 

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