Vinos Bodega Juan Gil

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Historia

Bodegas Juan Gil se remonta a 1916, año en el que Juan Gil Giménez, bisabuelo de la generación actual, entró en el mundo del vino construyendo una pequeña bodega que entonces se situaba en el centro de la ciudad de Jumilla.

Su hijo, Juan Gil Guerrero, dedicó toda su vida a este sector pero fue la tercera generación quién consolidó la Bodega Juan Gil. Juan Gil González junto con su hermano Paco (nietos del fundador) forjaron una imagen de calidad, seriedad y eficacia que la generación actual lucha por mantener y mejorar en la medida de lo posible.

En recuerdo de estos hombres y como homenaje de reconocimiento y respeto, la marca emblemática de la bodega es «Juan Gil».

Filosofía

Exterior Bodegas Juan Gil
Paisaje Bodegas Juan Gil

Esta cuarta generación que enlaza la tradición con la revolución tecnológica recoge los frutos del trabajo hecho por sus predecesores, el reconocimiento nacional e internacional a la calidad de sus vinos resumidos en un nombre «Juan Gil» y a la vez se obliga a mantener y mejorar esa calidad rindiendo así culto a la memoria de las generaciones precedentes que dieron origen, nombre y señas de identidad a la actividad familiar.

En Bodegas Juan Gil nuestra filosofía y método de trabajo, basados en el compromiso con la calidad y la fidelidad a los consumidores, conviven tradición y modernidad, y la aplicación de la más moderna tecnología sobre procedimientos tradicionales de elaboración está dando resultados sorprendentes, obteniendo vinos en los que prevalece el carácter frutal y son señas de identidad en ellos las características típicas de la variedad Monastrell.

Bodega

Interior Bodegas Juan Gil
Bodegas Juan Gil

Rodeada de viñedos, la actual bodega se encuentra en el centro geográfico de la finca, en las laderas de un monte, llamado de cerezo, cubierto de una extensa masa forestal que abriga la parte posterior de las instalaciones y las protege del calor propio de la zona en la época estival.

Bodegas Juan Gil está diseñada por el propio personal de la bodega y se ha prescindido de detalles superfluos de imagen externa en aras de adaptar la inversión para los fines que ha sido concebida, el esfuerzo económico y el esfuerzo humano se han dirigido al interior de la bodega, probablemente donde menos se ve, pero donde, creemos, que realmente repercute en la calidad de los vinos.

La ubicación de la bodega permite la recepción de la uva en un breve espacio de tiempo en condiciones óptimas para su vinificación, evitando así cualquier efecto negativo sobre la calidad de los vinos.

Todas las naves están climatizadas y se dispone de sistemas automáticos de captura de datos que permiten tener trazabilidad absoluta.

Variedades

Aunque se cultivan también otras, la variedad principal es la Monastrell, autóctona de la zona y de la que Jumilla es la mayor y la más importante zona de producción del mundo. Interviene en todos los vinos de la bodega, siendo al 100% en los comercializados con la marca «Juan Gil».

Situados entre 700 y 850 metros de altitud sobre el nivel del mar, los viñedos propiedad de la bodega abarcan una extensión aproximada de 350 Has., 120 se encuentran rodeando la bodega y el resto diseminadas por los alrededores en pequeñas parcelas que se han ido adquiriendo a agricultores de la zona, siempre dentro del «Término de Arriba», lugar privilegiado para el cultivo de la vid.

Las otras variedades cultivadas son «Cabernet Sauvignon», «Syrah», «Merlot» y «Petit Verdot», todas ellas perfectamente adaptadas a ésta zona.

Viñedos

Vinos con Denominación de Origen JumillaLa uva Monastrell está implantada en Jumilla desde hace siglos, donde se ha adaptado perfectamente a las condiciones climatológicas de la zona, siendo además muy resistente a la sequía y a la caliza que predomina en nuestros suelos.

Son viejos viñedos de secano, cultivados en condiciones climáticas extremas con lluvias por debajo de los 300 litros al año y diferencias de temperatura de hasta 20º C entre el día y la noche durante algunas fases del ciclo vegetativo y con muchas horas de insolación en una zona donde la aireación es constante.

La situación geográfica de los viñedos en un paraje con condiciones de altitud, suelo y micro clima especiales y las prácticas culturales que inciden directamente sobre el rendimiento y la maduración determinan producciones muy limitadas de uvas de alta calidad y muy concentradas.

Suelo

El clima es continental a pesar de la cercanía del Mar Mediterráneo, y las tierras de este paraje son franco-arenosas y calízas, muy pedregosas en la superficie y con suelos muy pobres en nutrientes.

Son suelos frescos, muy heterogéneos, que mantienen muy bien la humedad mitigando los efectos negativos de la falta de lluvias y el exceso de insolación.

La heterogeneidad de los suelos implica una gran diversidad de características en la uvas de las distintas parcelas, vivificadas por separado y ensambladas posteriormente, confiere a los vinos una amplia gama de matices características organolépticas que los hacen muy peculiares y personales.

Vinos

Nuestros vinos que proceden de racimos con bayas muy pequeñas y concentradas son de gran estructura y muy cubiertos, de color rojo púrpura con tonalidades violáceas, de gran carga frutal e intensidad aromática con gratos recuerdos de frutas rojas.

Son armónicos y mantienen un equilibrio entre sus componentes que los hacen muy agradables de tomar, la altitud de los viñedos aporta un punto de frescura que contrarresta cierta calidez mediterránea, tienen un ligero toque mineral y en todos procuramos conservar el carácter varietal, muy peculiar, de la Monastrell.

Para los vinos que se van a someter a periodos más o menos prolongados de crianza, contamos con un parque de barricas seleccionadas de las mejores maderas de roble francés y americano.

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